MOMENTOS II

De noble razón
su instinto me vence;
y cala hondo.

En ella veo
la blancura de la paz
y su acento.

Busqué su mano
y en ese instante
me la encontré.

A mí, siempre
me ha dado momentos
inolvidables.

Bajo sus cejas,
la mirada es cafe;
y su ternura.

Un gran regalo
es la oportunidad
de sus labios.

Como pétalo,
adorna el capullo
de su encanto.

Es imposible
olvidar su cariño;
me hace falta.

Ya, convencido
me rindo a su encanto;
aquí, con ganas.

Me hace sentir
orgulloso de ella;
me gusta tanto.

Al abrazarnos
un suspiro de placer
me estremece.

El semblante de
su cara y su pelo
es de locura.

Con su verano
siento rayos del sol
por todos lados.

Pasé por alto
el lustro de su bondad;
no lo haré más.

Me hace sentir
de distinta manera;
mucho más joven.

Toma la rosa
y ponla en el jarrón
de tu gusto.

Salen del pecho,
latidos del corazon
para ti… por ti.

Nunca pensaba
el estar detenido
por tu cariño.

Tú debes saber
que eres la princesa
de mi corazón.

Leo tu verso,
descubro tu mirada
de rima color miel.

En tu aroma
veo formas de decir
y escribirlo.

Lo dices así,
bonito y sencillo
como eres tú.

Eres tan grata;
y de forma humana
tan especial.

Con luz que habla;
sale de tu mirada
la rima azul.

Entre nosotros
la rima es constante
todos los días.

Al pronunciar
sílabas de tu nombre:
que sensación…..

Tu recuerdo
es constante para mí;
emocionante.

Entre tú y yo
hemos descubierto
formas del amor.

Eres la brisa
de enternecedoras
cualidades.

Silente dolor
es esto que siento
en verso, sin ti.

Cuando miras,
das a mi espíritu
ganas… fuerzas.

Tu energía
es natural, patente
y digna de ti.

Tus modales
son parte de tu persona
tan envidiable

Dices que nunca
podrías olvidarme;
y yo tampoco.

Llevo tu nombre
grabado en la mente
y me encanta.

Cierro los ojos
y veo tu imagen
encantadora.

La espesura
de tu personalidad
me emociona.

Unos momentos
sin preocupación
son tus poemas.

Enamorame
me has hecho hacerlo
poco a poco.

Tú me posees
como el horizonte
de tu magnitud.