miércoles, julio 17, 2013

LOS RECUERDOS




Recuerdos de un sonido,
un sabor o un olor determinado,
los recuerdos de una sensación,
el primer beso, una noche especial,
sentarse una tarde de verano
en un sillon de mimbre
mientras una fresca brisa
mece suavemente tus cabellos,
y dejar que vuelvan a ocupar
un primer plano en nuestros pensamientos
esos recuerdos que dormían atesorados con cariño
en algún rincón de nuestro cerebro
es una actividad gratificante y placentera.



Para los auténticos amantes de la nostalgia,
los añorantes profesionales,
quedan reservadas las buhardillas polvorientas,
los baúles repletos de souvenirs, de fotos amarillentas,
de ayudas de la memoria, utensilios recordatorios.

Oleadas de otros tiempos,
momentos increíbles que podemos revivir
una y otra vez.


Y lo mejor: retocar.
la imaginación, como una paleta de color,
avivará los recuerdos más desgastados por el tiempo,
superponiendo brillo a los detalles más difuminados,
restaurando las imágenes
con la infidelidad mínima del que las ha vivido.


La luz de nuestra imaginación iluminará
las esquinas oscuras de nuestros recuerdos
que así adquirirán la dimensión de sueños,
bellos sueños que ya hicimos realidad
y que ahora rememoramos con placidez.

Entusiasmarse con el pasado,
con los gloriosos momentos felices
que sólo existen ya en nuestro recuerdo,
es una experiencia magnífica.


Vuelven a estar con nosotros todos
nuestros amigos y familiares desaparecidos.


Aquella cala salvaje donde antes nos bañábamos
y donde ahora han levantado una urbanización.

El cine, al que íbamos con aquella chica bellísima,
donde vimos la primera película
que nos cambió la concepción de cómo debe ser la vida
y donde ahora sólo hay una sucursal bancaria.


Aquel mítico concierto de ese grupo
que se disolvió hace ya una década.
Las piernas de aquella dependienta
de unos grandes almacenes,
esas piernas que curiosamente olían a canela
y que nos trastornaron a los nueve años...


Todo desfila otra vez ante nuestros ojos,
que ahora están cerrados y subrayados
por una suave sonrisa.


Perfecto, quédense ahí quietos, felices, recordando.

Yo tengo que irme, es verano, me espera el mar,
la noche, las estrellas.
Tengo mucho que hacer...
debo crear nuevos recuerdos.

12 de Julio del 2006

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