· Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mi mismo.
· Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso si no lo intento.
· Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta de que de todos modos opinarían de mí.
· Temía que me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mi mismo.
· Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
· Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.