lunes, noviembre 20, 2023

EL CAMINO

 El malestar, el dolor y la pena son las sombras de la vida. No hay corazón en todo el mundo que no haya sentido el aguijón del dolor, no hay mente que no haya sido sacudida en las oscuras aguas de los problemas, no hay ojo que no haya llorado las calientes y cegadoras lágrimas de una angustia indecible.

No hay hogar en el que los Grandes Destructores, la enfermedad y la muerte, no hayan entrado, separando corazón de corazón, y arrojando sobre todo el oscuro manto de la tristeza. En las fuertes y aparentemente indestructibles mallas del mal todos están más o menos atrapados, y el dolor, la infelicidad y la desgracia esperan a la humanidad.

Con el objeto de escapar, o de mitigar de algún modo esta penumbra que los ensombrece, los hombres y las mujeres se precipitan ciegamente en innumerables artimañas, senderos por los que esperan cariñosamente entrar en una felicidad que no pasará.

Así son el borracho y la ramera, que se deleitan en las excitaciones sensuales; así es el esteta exclusivo, que se aparta de las penas del mundo, y se rodea de lujos enervantes; así es el que tiene sed de riqueza o de fama, y subordina todas las cosas a la consecución de ese objeto; y así son los que buscan consuelo en la realización de ritos religiosos.

Y a todos parece llegarles la felicidad buscada, y el alma, durante un tiempo, se ve arrullada por una dulce seguridad y un embriagador olvido de la existencia del mal; pero al final llega el día de la enfermedad, o alguna gran pena, tentación o desgracia irrumpe repentinamente en el alma no fortalecida, y el tejido de su supuesta felicidad se hace jirones.

Así, sobre la cabeza de toda alegría personal pende la espada Damocletiana del dolor, lista, en cualquier momento, para caer y aplastar el alma de quien está desprotegido por el conocimiento.

El niño llora por ser hombre o mujer; el hombre y la mujer suspiran por
la felicidad perdida de la infancia. El pobre se resiente de las cadenas de la
pobreza con las que está atado, y el rico a menudo vive con miedo a la
pobreza, o recorre el mundo en busca de una sombra esquiva que llama
felicidad.

A veces, el alma siente que ha encontrado una paz y una felicidad seguras al adoptar una determinada religión, al abrazar una filosofía intelectual o al construir un ideal intelectual o artístico; pero alguna tentación abrumadora demuestra que la religión es inadecuada o insuficiente; la filosofía teórica se revela como un puntal inútil; o en un momento, la estatua idealista en la que el devoto ha estado trabajando durante años, se rompe en fragmentos a sus pies.

¿No hay, entonces, ninguna forma de escapar del dolor y la pena? ¿No hay medios para romper los lazos del mal? ¿Es la felicidad permanente, la prosperidad segura y la paz duradera un sueño insensato?

No, hay un camino, y lo digo con alegría, por el cual el mal puede ser matado para siempre; hay un proceso por el cual la enfermedad, la pobreza, o cualquier condición o circunstancia adversa puede ser puesta a un lado para no volver nunca más; hay un método por el cual una prosperidad permanente puede ser asegurada, libre de todo temor del retorno de la adversidad, y hay una práctica por la cual la paz y la dicha ininterrumpidas e interminables pueden ser participadas y realizadas.

Y el comienzo del camino que conduce a esta gloriosa realización es la adquisición de una correcta comprensión de la naturaleza del mal. No basta con negar o ignorar el mal; hay que comprenderlo. No basta con rezar a Dios para que elimine el mal; hay que averiguar por qué está ahí, y qué lección tiene para ti.

No sirve de nada preocuparse y quejarse de las cadenas que te atan; debes saber por qué y cómo estás atado. Por lo tanto, lector, debes salir de ti mismo y comenzar a examinarte y comprenderte.

Debes dejar de ser un niño desobediente en la escuela de la experiencia y empezar a aprender, con humildad y paciencia, las lecciones que se han establecido para tu edificación y perfección final; porque el mal, cuando se entiende correctamente, se encuentra que no es un poder o principio ilimitado en el universo, sino una fase pasajera de la experiencia humana, y por lo tanto se convierte en un maestro para aquellos que están dispuestos a aprender.

El mal no es una cosa abstracta fuera de ti; es una experiencia en tu propio corazón, y examinando y rectificando pacientemente tu corazón serás conducido gradualmente al descubrimiento del origen y la naturaleza del mal, que será seguido necesariamente por su completa erradicación.

Todo mal es correctivo y reparador, y por lo tanto no es permanente.
Tiene sus raíces en la ignorancia, la ignorancia de la verdadera naturaleza y relación de las cosas, y mientras permanezcamos en ese estado de ignorancia, seguiremos sujetos al mal.

No hay ningún mal en el universo que no sea el resultado de la ignorancia, y que no nos llevaría, si estuviéramos preparados y dispuestos a aprender su lección, a una sabiduría más elevada, y luego se desvanecería.

Pero los hombres permanecen en el mal, y éste no desaparece porque los hombres no están dispuestos o preparados para aprender la lección que vino a enseñarles.

Conocí a un niño que, todas las noches, cuando su madre lo llevaba a la cama, lloraba para que se le permitiera jugar con la vela; y una noche, cuando la madre estaba desprevenida por un momento, el niño tomó la vela; el resultado inevitable siguió, y el niño nunca más quiso jugar con la vela.

Por su único acto tonto aprendió, y aprendió perfectamente la lección de la obediencia, y entró en el conocimiento de que el fuego quema. Y este incidente es una ilustración completa de la naturaleza, el significado y el resultado final de todo pecado y mal.

Así como el niño sufrió por su propia ignorancia de la verdadera naturaleza del fuego, así los niños mayores sufren por su ignorancia de la verdadera naturaleza de las cosas por las que lloran y se esfuerzan, y que les perjudican cuando las consiguen; la única diferencia es que en este último caso la ignorancia y el mal están más profundamente arraigados y oscuros.

El mal siempre ha sido simbolizado por la oscuridad, y el Bien por la luz, y dentro del símbolo se contiene la interpretación perfecta, la realidad; porque, así como la luz siempre inunda el universo, y la oscuridad es sólo una mera mancha o sombra proyectada por un pequeño cuerpo que intercepta unos pocos rayos de la luz ilimitada, así la Luz del Bien Supremo es el poder positivo y vivificante que inunda el universo, y el mal la insignificante sombra proyectada por el yo que intercepta y cierra los rayos iluminadores que se esfuerzan por entrar.

Cuando la noche envuelve al mundo en su negro e impenetrable manto, por muy densas que sean las tinieblas, éstas no cubren más que el pequeño espacio de la mitad de nuestro pequeño planeta, mientras que todo el universo arde de luz viva, y cada alma sabe que despertará en la luz por la mañana.

Sabed, pues, que cuando la noche oscura de la pena, del dolor o de la desgracia se instala en vuestra alma, y tropezáis con pasos cansados e inseguros, que no hacéis más que interponer vuestros propios deseos personales entre vosotros y la luz ilimitada de la alegría y de la dicha, y que la sombra oscura que os cubre no la proyecta nadie ni nada más que vosotros mismos.

Y así como la oscuridad exterior no es más que una sombra negativa, una irrealidad que no viene de ninguna parte, que no va a ninguna parte y que no tiene morada, la oscuridad interior es igualmente una sombra negativa que pasa sobre el alma en evolución y nacida de la luz.

"Pero", me imagino que escucho a alguien decir, "¿por qué pasar por la oscuridad del mal en absoluto?". Porque, por ignorancia, has elegido hacerlo, y porque, al hacerlo, puedes comprender tanto el bien como el mal, y puedes apreciar más la luz por haber pasado por la oscuridad.

Como el mal es el resultado directo de la ignorancia, así, cuando las lecciones del mal son completamente aprendidas, la ignorancia pasa y la sabiduría toma su lugar. Pero como un niño desobediente se niega a aprender sus lecciones en la escuela, así es posible negarse a aprender las lecciones de la experiencia, y así permanecer en la oscuridad continua, y sufrir castigos continuamente recurrentes en forma de enfermedad, decepción y tristeza.

Por lo tanto, el que quiera liberarse del mal que le rodea, debe estar dispuesto y preparado para aprender, y debe estar preparado para someterse a ese proceso disciplinario sin el cual no se puede asegurar ningún grano de sabiduría o felicidad y paz duraderas.

Un hombre puede encerrarse en una habitación oscura, y negar que la luz existe, pero está en todas partes fuera, y la oscuridad sólo existe en su propia pequeña habitación.

Así, tú puedes cerrar la luz de la Verdad, o puedes empezar a derribar los muros de prejuicios, de búsqueda de sí mismo y de error que has construido a tu alrededor, y así dejar entrar la gloriosa y omnipresente Luz.

Mediante un serio autoexamen, esfuérzate por comprender, y no sólo sostener como teoría, que el mal es una fase pasajera, una sombra creada por ti mismo; que todos tus dolores, penas y desgracias han llegado a ti por un proceso de ley sin desviaciones y absolutamente perfecto; han llegado a ti porque los mereces y los requieres, y que al soportarlos primero, y luego comprenderlos, puedes hacerte más fuerte, más sabio, más noble.

Cuando hayas entrado plenamente en esta comprensión, estarás en condiciones de moldear tus propias circunstancias, de transmutar todo el mal en bien y de tejer, con mano maestra, el tejido de tu destino.

¿Qué hay de la noche, oh vigilante?
La aurora que brilla en las alturas de la montaña,
El dorado Heraldo de la Luz de las luces,
¿Sus hermosos pies se posan en las cimas de las colinas?
Viene todavía a ahuyentar la oscuridad,
¿Y con ella a todos los demonios de la noche?
¿Impactan aún sus rayos sobre tu vista?
¿Oyes su voz, el sonido de la perdición del error?
Llega la mañana, amante de la luz;
Incluso ahora Él dora con oro la cima de la montaña,
Veo tenuemente el camino por el que, incluso ahora
Sus brillantes pies se dirigen hacia la Noche.
Las tinieblas pasarán, y todas las cosas
que aman las tinieblas y odian la luz
desaparecerán para siempre con la Noche:
Alégrate, pues así canta el veloz Heraldo.

viernes, junio 09, 2023

EL DIOS DE BARUCH SPINOSA

 

El dios de Baruch Spinoza - Memo Rios...

viernes, mayo 12, 2023

LA MUERTE

El animal conoce la muerte tan solo cuando muere; el hombre se aproxima a su muerte con plena conciencia de ella en cada hora de su vida. 

-Shopenhauer

Morir no es un hecho bruto, nuestra sociedad ha querido comprender este fenómeno en distintas formas, buscando adjudicarle un significado. Ilustrativo de ello es el estudio que de la muerte ha hecho la ciencia, intentando descifrar la utilidad biológica de ésta. Por otra parte, la representación de la muerte y del más allá tiene siempre relación con la vida, con las formas de vivir en cada época y con las creencias ligadas a ella. 

Estas creencias buscan ser ordenadas a través de un sistema social, representado por el sistema jurídico, se aborda por ello brevemente la muerte desde esta perspectiva. 

Finalmente, no se puede hablar de muerte sin mencionar la búsqueda de un sentido de trascendencia, de forma que la religión ha cumplido también un papel importante en la búsqueda de un consuelo ante un hecho inevitable, dando su propio significado al hecho de morir.

La toma de conciencia de la muerte puede ser considerada como una crisis en la vida de las personas; pudiendo ser, no la muerte, sino la representación anticipada de la muerte lo que inspira terror.




 

miércoles, febrero 01, 2023

UN DIA EN LA VIDA

Algo antiguo... hace mucho tiempo...

 



viernes, noviembre 18, 2022

DE BIBLIAS A BIBLIAS

 

DE BIBLIAS A BIBLIAS ENTRE LO HABLADO Y LO ESCRITO

La tradición oral ha sido parte de la existencia de la humanidad desde sus inicios. Sin ella no tendríamos los poemas babilónicos del Gilgamesh o el Bhagavad Gita hindú, ni los cantos homéricos de la Ilíada y la Odisea; tampoco el teatro griego, las enseñanzas de Buda ni los cantares de gesta de la Edad Media.

Y más aún, a través de las narraciones orales dirigidas por los chamanes o sacerdotes a sus pueblos se explicaban los sucesos naturales buenos o malos que impactaban en el ser humano y en su universo.

Lo mismo puede decirse de la Biblia, una tradición oral que dejó de serlo para estar escrita primero en hebreo y arameo, traducida después al griego y al latín, hasta que, pasados muchos siglos, entre luchas y disputas, se transcribió al alemán por Martín Lutero en el siglo XVI.

Hoy se calcula que la Biblia se ha traducido a más de 2,000 idiomas y dialectos, y que se han impreso más de 7,500 billones de ejemplares, 40 los cuales han circulado por todo el planeta Tierra desde el tiempo de Gutenberg, y algunos seguramente habrán acompañado a los astronautas en sus viajes al espacio.

Lo increíble, aun cuando la Biblia se ha ganado tan honroso primer lugar, es qué pocas veces es leída con conciencia o a detalle; y este dato es tan difícil de constatar porque las estadísticas no pueden todavía hurgar en la honestidad del ser humano. Incluso en el último estudio publicado por el novelista James Chapman en mayo de 2012, sobre los libros más vendidos en los últimos 50 años (donde por cierto desaparecen tristemente del pódium los clásicos, sustituidos por obras de ciencia ficción para niños y adolescentes), la Biblia aparece una vez más como triunfadora con más de 3,900,000 copias vendidas, muy por encima del segundo sitio, que sigue ocupando el Libro rojo de Mao Tse-Tung, seguido por las obras de J. K. Rowling, J. R. R. Tolkien, Paulo Coelho y hasta Dan Brown.

41 Aun así, no puede asegurarse que la Biblia, tantas veces impresa y vendida, haya sido leída en la misma proporción.

El sentido común a partir del radiopasillo bíblico, es decir, de lo que se dice y se repite —con toda certeza, pero sin verdadero fundamento— nos hace pensar que no: la Biblia no ha sido leída tantas veces como ha sido impresa, vendida o comprada.

Por lo tanto, lo que sabemos de la Biblia, en su gran mayoría es lo que nos dicen, no lo que leemos. La oralidad no tiene nada de malo, pero sí cuando omite detalles importantes que pueden cambiar el sentido completo de un texto, y finalmente, en nuestros días, no creo que esto sea culpa solamente del narrador, sino de quien lo escucha.

Esto es, de nosotros cuando aceptamos pasivamente, sin cuestionar; cuando asumimos verdades porque alguien con algún tipo de “autoridad” nos las dice, callando nuestra intuición, y sin acercarnos a la fuente por un momento para cerciorarnos de lo escrito antes de creer algo como una verdad.

Las palabras permanecen selladas en nuestro corazón, cerebro y genes. Si vamos a escucharlas, hay que tener claro que no se las llevará el viento como a los papeles en la calle, sino que trascenderán, tatuadas en nuestra esencia individual y colectiva.


ANTES DE SEGUIR, DEJEMOS EN CLARO QUE HAY DE BIBLIAS A BIBLIAS

La Biblia está organizada en libros, capítulos y versículos; es la forma tradicional de ordenar su contenido. También se divide en Antiguo y Nuevo testamentos, separados por la llegada de Jesús, siendo la segunda parte, o Nuevo Testamento, donde se narran su vida y enseñanzas. Biblias existen muchas, pero son las “versiones oficiales” las que vale la pena consultar si se quiere analizar el texto, ya que han guardado con rigor y cuidado las traducciones ancestrales del hebreo, el griego y el arameo. 
 
La Iglesia católica ha autorizado las versiones que cuentan con las leyendas latinas “Imprimatur” y “Nihil obstat”, que significan: “Se puede imprimir” y “Nada obstaculiza su impresión”.

42 Todas esas versiones tienen su origen en la primera traducción de la Biblia al latín, llamada Vulgata, la cual fue encargada a principios de la Edad Media (siglo IV) por el obispo de Roma, Dámaso, a quien más tarde se convirtió en San Jerónimo.

En ese momento no existían versiones bíblicas en el idioma preponderante del Imperio de Occidente, el latín, lo que traía consigo una considerable pérdida de adeptos, por eso su traducción era tan importante.

Muchas han sido las revisiones hechas a la Biblia católica desde entonces, así como concilios de estudiosos que han revisado todos los documentos encontrados y las copias —y copias de las copias también—, hasta formar lo que se conoce hoy como “edición crítica de la Biblia”, la cual es un compendio que no sólo cuenta con el texto original actualizado y traducido, sino acompañado de notas que explican los nuevos descubrimientos, similitudes, diferencias, etcétera.

43 Por otro lado, las iglesias cristiana, protestante y evangélica estudian la Biblia impresa por las Sociedades Bíblicas Unidas; en su gran mayoría prefieren la versión conocida como Reina-Valera 1960, ya que es la traducción más apegada y sin modificación a los textos originales. Esta Biblia recibe su nombre en alusión a los apellidos de los traductores del texto, con la fecha de su última revisión (1960). Sin embargo, dicha versión tiene su origen mucho antes, cuando Martín Lutero, en 1534, tradujo por primera vez el texto bíblico al alemán bajo la premisa de acercar su lectura a la gente común y así lograr su comprensión. Tras separarse de la Iglesia católica — después de haber sido un ferviente sacerdote agustino—, Lutero replanteó igualmente cuáles serían los libros incluidos como sagrados en la nueva Biblia: revisó con todo tipo de estudiosos y sabios del hebreo y el arameo los textos primarios, y decidió apegarse a los escritos judíos originales, dejando fuera de la Biblia protestante siete libros que la Biblia católica sí incorpora en calidad de inspirados.

44 Tiempo después, cuando sucedió la Contrarreforma (1545 -1648) dentro de la Iglesia católica, San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús (o Jesuitas) revisó de nuevo los textos incluidos en la Vulgata (versión católica) y eliminados de la Biblia luterana, reincidiendo en dejar como inspirados los siete que los protestantes ya habían eliminado.

Los judíos, por su parte, han sido el pueblo reconocido por cuidar más celosamente la escritura sagrada que da razón de ser y cohesión a su existencia. Por algo fueron llamados “El pueblo del Libro”.


Gracias a este cuidado extremo de su escritura, tanto cristianos-católicos como cristianos-protestantes pudieron traducir al griego, el latín, el alemán, y después a todos los idiomas deseados, el Antiguo Testamento que hoy conocemos y que corresponde, por tanto, a la Biblia hebrea o Tanaj.

45 Los veinticuatro libros agrupados (treinta y nueve desglosados) que conforman el Tanaj se dividen a su vez en Torá o Libro de la Ley (el cual incluye el Génesis, motivo de nuestro estudio); Nevi’im o Profetas, y Ketuvim o Escritos.

Estos libros fueron determinados por sus rabinos más sabios desde el siglo II d. C., quienes dejaron fuera algunos libros y escritos que no se consideraron canónicos ni inspirados debido, por ejemplo, a las discrepancias en las historias narradas y otros factores de fondo.


Sin embargo, esos textos fueron mantenidos de manera oral y escritos un siglo después para permanecer como parte de su tradición en el llamado Talmud, que literalmente significa “estudio o enseñanza”.

46 Así las cosas, la Biblia judía (o Tanaj) corresponde al Antiguo Testamento de las biblias cristiano-protestantes que decidieron apegarse al antiquísimo y cuidado texto hebreo.

El Antiguo Testamento católico y ortodoxo cuenta con 46 libros, siete más que los contenidos en el canon judío del Tanaj (que tiene 39 libros), los cuales concuerdan y son respetados por las traducciones usadas por protestantes, cristianos y evangélicos.

47 Cabe hacer notar, por lo tanto, que la diferencia fundamental entre las versiones católica, cristiana y judía radica solamente en la aceptación o rechazo de los siete libros que quedaron dentro de la selección católica y fueron eliminados por los protestantes siguiendo la versión hebrea.


Me refiero obviamente sólo al Antiguo Testamento y en términos estrictos referidos a la traducción y cuidado del texto mismo. Es decir, no como un tema de fe en cuanto a la Biblia “correcta” o “incorrecta”, sino por sus características objetivas y validez como material de estudio.

En este sentido, las tres versiones (tanto la católica como las cristianas y por supuesto la 40 41 42 43 44 45 46 47 judía) son autorizadas. Desmitificar la manipulación del texto sagrado por parte de uno u otro grupo resulta útil, así como saber con qué Biblia cada persona se siente más cómoda e identificada, en vez de pensar que una versión es la “buena” y la otra no lo es.

Sin embargo, el riesgo con respecto a consultar otras versiones de biblias “no oficiales”, en su mayoría impresas por grupos sectarios y utilizados para su uso grupal único, es la posible edición de versículos, así como la inserción de interpretaciones escritas e impresas entre el texto, sin su señalamiento específico, lo cual manipula la lectura y confunde al lector por no respetar la escritura pura original.

Por tal motivo, a lo largo de este libro me remitiré a los versículos del Génesis citados en las versiones “revisadas y oficiales”, tanto católica y cristiana como judía, explicadas con anterioridad, porque se trata de revisar la verdad de lo escrito contra las “verdades aceptadas” —que muchas veces ni siquiera hemos leído— por lo que la originalidad de los textos es fundamental.

Sociedades Bíblicas Unidas, “Distribución”. Disponible en línea en; consultado el 27 de julio de 2016. “La Biblia: el libro más vendido en el mundo en los últimos 50 años”. Disponible en línea en, 6 de febrero de 2013; consultado el 13 de junio de 2015. Juan Carlos Sack,

“¿Cuál Biblia es más confiable? ¿Por qué se omiten versículos?”. Disponible en línea en:; consultado el 30 de octubre de 2016. Id. Cf. La Santa Biblia, Antiguo y Nuevo Testamentos, edición Reina-Valera [1960], Corea, Sociedades Bíblicas Unidas, 2007. Luis Parada, “3. Historia de la traducción de la Biblia Reina-Valera”, en “¿Es la Biblia Reina Valera la Palabra de Dios?”, Brian R. George (ed.); disponible en línea en, consultado el 15 de junio de 2013. Antonio Rehbein Pesce, “Martín Lutero en la historiografía católica y en la Iglesia católica actual”, en “Teología y Vida”; disponible en línea en, consultado en julio de 2015. S. S. Juan Pablo II, “Discurso a la Asamblea de la Iglesia Evangélico-Luterana de Alemania”, en Ecclesia, núm. 200, Madrid, 1980. Mircea Eliade, Tratado de historia de las religiones, Madrid, Cristiandad, 1974. Cf. El Talmud, Israel-Madrid, Alef-Jojmá-EDAF, 2003; y Gershom Scholem, Las grandes tendencias de la mística judía, Beatriz Oberländer (trad.), Madrid, Siruela, 2000. Cf. Moisés Orfali, Talmud y cristianismo, Barcelona, Riopiedras, 1998; y Jean Delumeau, El hecho religioso.

Fuente:
Una enciclopedia de las religiones hoy, México, Siglo XXI Editores, 1997

martes, octubre 25, 2022

DEL PASADO

 "Es tarde ya, y vuelvo de pronto al pasado reciente,
la vida es una rueda y simplemente al paso del tiempo
vuelves al mismo lugar o a la misma situación
de la que tratas de escapar."
(Sólo es el inicio de lo que cuento, no es nada personal)

Hace muchos años después del cierre de Hotmail, me fui a navegar por la red y aprendí a publicar páginas o blogs, y cuando menos lo esperé entré a una plataforma española se llamaba "La Coctelera" y formaba parte de un periódico Español que ofrecía ese servicio gratuito.

Ahí encontré muchas personas e hice amistad con ellas, por lo que normalmente me pasaba los días sin dormir, ya que empecé a descubrir cosas que me parecieron interesantes, era una cantidad enorme de participantes de diferentes países, la mayoría eran de España, aprendí sobre formas de pensar y vivir, de pronto me encontré discutiendo sobre asuntos relacionados con las diferentes culturas, y me fui ganando amistades siempre el trato era de respeto y me hacían pensar.

La verdad en ese tiempo me encontraba en "depresión" así que publicaba y compartía muchas cosas que se me ocurrían para mejorar nuestras páginas, ya que de pronto nos atacaban con mensajes que incluían por no gra..a y eso les molestaba mucho.
"Sobre este asunto luego ampliaré en otro momento".

Por mi situación fui a dar con un grupo de personas que se decían góticas y publicaban cosas que a ellos les gustaba, poco a poco me fue atrayendo la forma en que escribían, así que me fui integrando y después de poco tiempo empecé a compartir lo que salía de mi mente, hasta que me di cuenta que era algo como echarle leña al fuego y ya no me gustó esa situación, así que decidí salir de ese lugar.

Fui de los primeros usuarios pero rápidamente creció la comunidad y se formaron grupos de diferentes temas, así hubo grupos de personas que se creían brujas o brujos, otros eran personajes de ficción se sentían vampiros, hombres lobos, lo que menos se pueda uno imaginar eso había, luego había escritores, personas que publicaban de superación personal, entre éstas ahí empezó Martha Debayle ahí tenía su blog, mas o menos así eran los grupos.

Sobre lo que yo hacía ahí: aprendí como editar cada parte de la página, después incluí publicar música o archivos de sonido, que supuestamente no se admitía, había un administrador que llamábamos "El Barman" y de pronto se comunicó conmigo para saber como lo estaba haciendo porque no detectaban archivos y ahí estaba la clave, convertía los archivos mp3 a que pesaran menos de 1 Mega sin perder calidad, así que ellos tenían  prohibido subir archivos por su medida no por su tipo, y al ser tan pequeños lo tomaba como que eran imágenes, etc muchas cosas de ese tipo, y por ese motivo se me acercaban para que les ayudara a colocar cosas llamativas en las portadas de sus páginas. (sólo cuento parte de lo que yo hacía)

Me fui con otro grupo de personas a las que ayudé con cuestiones de ediciones de las páginas y me aceptaron, entre ellos me hice amigo de una persona uruguaya que me gustaba como escribía y si, platicábamos mucho y ella me empezó a dar consejos de como escribir sobre cualquier situación que se me ocurriera, como corregir etc aunque aclaro que nunca voy a escribir como ella, con eso se nace.






En ese tiempo ella publicó su primer libro de poesías, ya que en realidad esa era su vocación, de ella conservo unas cuantas publicaciones porque al paso de tiempo publicó mas libros, su blog se llamaba "Loca Por La Luna" ella se llama Lucía después que terminó la plataforma la encontré en youtube donde una persona española narraba sus escritos, en alguna ocasión pasé a saludarla aunque ya se perdió la comunicación, luego conocí mas personas que igual me aconsejaban y me explicaban los porqués...

Sólo comento de ella pero en realidad ya eramos un grupo de personas, las que nos manteníamos compartiendo publicaciones.

Hasta que un día anunciaron el cierre de la plataforma y entonces algunos alcanzamos a transferir nuestros blogs a Blogger y a WordPress pero si alcancé a recuperar unos pocos de amigos pero ya nunca fue lo mismo, ya no me quedó mas remedio que venirme a "Facebook" quiero mencionar que en los blogs eramos anónimos o sea no había necesidad de dar información personal ni nada por el estilo, así que en la actualidad pues si hay manera de tenernos identificados por si llegas a cometer alguna cosa no permitida y me costó acostumbrarme a eso.

Tengo muchos recuerdos de estas cosas ya que me ayudaron a encontrar equilibrio, se fueron esfumando y aclarando mi mente, hasta que me incorporé de nuevo a la vida real, pero aún al día de hoy sigo aprendiendo cosas de la red y siempre tengo la curiosidad por aprender de todo.

Tengo un tiempo que he vuelto a desvelarme, y me da por escribir, cosas que a lo mejor no tienen sentido para el que lee, pero a mi me ayuda a vaciar mi mente, no busco aceptación, ni otra cosa, sólo publicar acerca de lo que pienso.