viernes, abril 27, 2007

BALADA DEL LOCO AMOR

I

No, nada llega tarde,

porque todas las cosas
tienen su tiempo justo,
como el trigo y las rosas;
sólo que, a diferencia de la espiga y la flor,
cualquier tiempo
es el tiempo de que llegue el amor.
No, Amor no llega tarde.
Tu corazón y el mío
saben secretamente
que no hay amor tardío.
Amor, a cualquier hora,
cuando toca a una puerta,
la toca desde adentro,
porque ya estaba abierta.
Y hay un amor valiente
y hay un amor cobarde,
pero, de cualquier modo,
ninguno llega tarde.

II

Amor, el niño loco

de la loca sonrisa,
viene con pasos lentos
igual que viene a prisa;
pero nadie está a salvo,
nadie, si el niño loco
lanza al azar su flecha,
por divertirse un poco.
Así ocurre que
un niño travieso se divierte,
y un hombre, un hombre triste,
queda herido de muerte.
Y más, cuando la flecha
se le encona en la herida,
porque lleva el veneno
de una ilusión prohibida.
Y el hombre arde
en su llama de pasión,
y arde, y arde
Y ni siquiera entonces
el amor llega tarde.

III

No, yo no diré nunca

qué noche de verano
me estremeció la fiebre
de tu mano en mi mano.
No diré que esa noche
que sólo a ti te digo
se me encendió en la sangre
lo que soñé contigo.
No, no diré esas cosas,
y, todavía menos,
la delicia culpable
de contemplar tus senos.
Y no diré tampoco
lo que vi en tu mirada,
que era como la llave
de una puerta cerrada.
Nada más.
No era el tiempo
de la espiga y la flor,
y ni siquiera entonces
llegó tarde el amor.

José Angel Buesa